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Las Promotoras Inmobiliarias en España Luchan por Sobrevivir

La crisis inmobiliaria ha dejado una profunda huella en el sector de las promotoras inmobiliarias de viviendas en España. Desde 2008, casi el 38% de las empresas promotoras han cerrado, y de las que sobreviven, la mayoría son pequeñas y carecen de capacidad financiera, dependiendo en gran medida del crédito bancario, el cual se ha reducido drásticamente. Esta situación está frenando la construcción de nuevos inmuebles, complicando los esfuerzos para aumentar la oferta de viviendas y controlar los precios.

El panorama es sombrío: muchas promotoras inmobiliarias carecen de empleados y operan a nivel local o regional. Iniciativas como la de Aliseda, que ofrece condiciones de pago flexibles para la compra de suelos, buscan aliviar la presión financiera, pero el alto costo del suelo y los prolongados trámites administrativos siguen siendo barreras significativas. Con el 23.6% del costo de una promoción promedio atribuido al suelo, y hasta el 40% en los grandes mercados, la inversión en desarrollo y gestión del suelo sigue siendo escasa tanto a nivel nacional como internacional debido a los altos riesgos y costos asociados.

Índice

    La Crisis Inmobiliaria y la Escasez de Crédito Bancario Frenan la Recuperación de las Promotoras de Viviendas en España

    • Cierre masivo de promotoras: Tras la crisis inmobiliaria, muchas promotoras cerraron y las que sobrevivieron son de tamaño reducido y tienen poco capital.
    • Dependencia del crédito bancario: Las promotoras inmobiliarias que sobrevivieron dependen en gran medida del crédito bancario, el cual se ha reducido.
    • Impacto en la construcción: Esta situación está frenando la construcción de inmuebles en España.
    • Efecto de la burbuja inmobiliaria: La burbuja inmobiliaria y la fragmentación del sector caracterizan la oferta de promoción de viviendas en España.
    • Datos del INE: Entre 2008 y 2020, cerraron 41.146 empresas promotoras, un 38% del total.
    • Situación de las empresas sobrevivientes: De las 65.229 promotoras que sobrevivieron, el 78% no tienen empleados y el 17% tienen solo uno o dos empleados.
    • Promotoras con capacidad operativa: Solo 2.986 empresas tienen más de tres empleados y, por lo tanto, verdadera capacidad operativa, representando un tercio de las que había en 2008.
    • Promotoras locales o regionales: Muchas de las promotoras actuales son de carácter local o regional.
    • Capacidad financiera limitada: Las promotoras más pequeñas tienen poca capacidad financiera, necesitando créditos para comprar suelo y financiar la construcción.
    • Iniciativa de Aliseda: La inmobiliaria participada por Blackstone ofrece a los promotores pagar solo entre el 5% y el 10% del coste del suelo inicialmente, y el resto al cabo de un año.
    • Dificultades para comprar suelo: Pocas firmas pueden comprar suelo con sus propios recursos. El suelo supone de media el 23.6% del coste de una promoción, llegando al 40% en grandes mercados.
    • Problemas con los trámites administrativos: Los trámites administrativos se prolongan y hay localidades con planes urbanísticos parados, lo que incrementa el riesgo de comprar suelo.
    • Falta de inversión en suelo: No hay capital nacional ni internacional que invierta en el desarrollo y gestión del suelo debido a su alto costo y los riesgos asociados.


    Lo explica muy bien Rosa Salvador en este artículo de La Vanguardia.